(Sólo con este via crucis dan plaza fija en el Reino de los Cielos…)
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Hace unos años, Todo lo empiezan los síntomas, un súper dolor de muelas.
Eso te hace moverte. Un dolor de muelas es algo por lo que salimos corriendo casi todo el mundo por lo insoportable del asunto.
Aunque ya andaba en tratamiento rehabilitador por bruxismo y ATM, Empezó la gira por distintas especialidades médicas con estos resultados.
MI Odontóloga (especialista en ATM ) “No tienes nada, no caries, si inflamación de encías. Te ajustaremos la férula.”
(Férula rígida que llevo ya desde hace otro chorro de años para dormir, y que tengo revisiones mensuales desde 2017, que esa historia también tiene su recorrido…. La historia de la férula rígida y de cómo vives con uno de los accesorios menos sexys que te puedas imaginar. Que te pone el morro de Maggie Simpson, que no pega con ningún salto de cama. Que te metes en la cama y parece que vas al cuadrilátero a pegarte con algún boxeador….
Que pruebe a hablar con eso en la boca, mi hermana y yo nos partíamos de risa: Me decía: Prueba a halar de las Cuatro Casas de Harry Potter y a intentar pronunciar Gryffindor ó Slytherin con eso puesto……Indescriptible. Pero es más fácil decir Pamplona masticando un polvorón…)
Otorrino: Buenos días, mire vengo porque la odontóloga no ve nada, míreme usted, porque los oídos me zumban cosa mala…
“Pues está todo bien, oyes perfectamente y no hay lesión. No puedo ayudarte con la fiesta hippy que tienes dentro de tus oídos.
“Seguramente sea por tu sensibilización central”.
Ahhh…..ok.
Pasan los días…. Ojo, que pasan los días se lee muy rápido pero cada uno de esos días hay que vivirlos con cada minuto sintiendo un dolor de ciencia ficción.
Empezar a llevar cascos de aislamiento de ruido en casa, no poder colocar platos ni vasos por no soportar el ruido si se chocan o se rozan, dificultad para comer, mucha, dolor al masticar, (ale a perder kilos otra vez), dolor al sonreír, mucho dolor al reír, dolor al hablar, calambres en los dientes, zumbidos, pitidos, completas bandas sonoras del infierno sonando dentro de los oídos.
Siguiente consulta: MI Médico de Atención Primaria: “Te voy a derivar al Especialista porque ya no puedes tomar más analgesia de la que tomas…”
Derivación a Especialista Maxilofacial, que por milagro divino, sólo tiene 5 meses de lista de espera.
5 meses que esperar, en los que me falla el gran aliado para calmar el dolor que es el Cannabis, porque no me está yendo bien para el dolor de la cara, pero sin embargo es el que tiene a raya al resto de los dolores de la fibromialgia, de la artrosis…… …………… esos dolores, los veteranos, los tengo actualmente viviendo a pelo porque no puedo usar cannabis…. Pura fantasía…
Llegamos al verano. Llegamos al verano!
Pasamos el verano. Pasamos el verano!
Ya no me puedo lavar la cara, las encías sangran constantemente…, todo va un poquito peor. Sigo sin poder reírme, sin tener apetito, aunque me fuerzo a comer. El dolor se sube a los ojos, a las sienes, se mete en la garganta, se va a la cervical donde hace migas con su amigo el propio dolor de cuello, la tele solo la puedo ver en volumen susurro y en mi casa las luces son tan tenues, que nos vamos a tener que volver gatos.
Aterrada. Pensando que puede ser que tenga afectado el nervio trigémino, y mientras estoy a la espera de que llegue mi cita con el Especialista Maxilofacial…,
(Los pacientes de dolor esperamos demasiado),
Pago 250 € por una consulta de un Neurocirujano que maneja una máquina llamada Gamma Knife y que pueda anular, matar, aniquilar el nervio que me tiene en jaque.
Recuerdo 2 comentarios de esa hora de consulta.
- “ Tienes un tímpano precioso” . (piropos al interior del oído se agradecen siempre)
- “No es trigémino, es un problema de ATM” (Disfunción temporomandibular )
Conclusión: “La Toxina Botulínica será la solución” .
Bien. A por ello.
Busca, rebusca, vuelve a rebuscar, y mira dentro de las huchas también para pagarlo si toca, pero ponte a buscar quién te pinche la Toxina Botulínica (a la que a partir de ahora, podemos llamarla como normalmente se la conoce: Bótox )
Nuevo estudio de mercado y nuevas horas para estudiar esta posibilidad, y descubrir, por ejemplo, los posibles efectos secundarios, a quién recurrir para que te inyecten, porque no es lo mismo que te pinche un dentista, que un médico estético que un cirujano plástico.
Muévete muévete muévete…. Jesús, qué puto hartazgo…
Llegó la cita con Cirugía Maxilofacial. De esas que pasas más tiempo con el culo plantado en la sala de espera que en la silla frente al Especialista en la consulta.
“Traes la mandíbula muy mal. Citar para dentro de 2 meses. La infiltración de botox es la solución” .
En esos 2 meses de espera, aparece un ángel. La Doctora Madariaga. Que ve mis radiografías, mis dientes, mis informes del fisio y del dentista, me hace 200 preguntas que tienen todo el sentido, y me manda una resonancia para saber si hay lesión en la ATM…
(Ahhhhh, SÏ. Es que Hasta ahora a nadie se le había ocurrido antes, hacerme una resonancia para saber si, por ejemplo, tenía algún hueso roto, o fisurado, o alguna lesión en las articulaciones….
Pues no. Hasta que la Dra. Madariaga no me propuso hacer una resonancia, los demás debíamos tener rayos X en los ojos y sabíamos perfecto lo que había dentro de mi cráneo.
Y con cita para inyectar botox, me piensan infiltrar sin ver qué hay dentro antes…..Flipo. sigo flipando)
Total, Madariaga amor, pauta más analgesia lo primero, y vuelvo con la resonancia. No hay lesión. Es tensional. (Aquí ya los más avispaos pueden empezar a decir eso de “entonces te lo provocas tú…” “pues relájate y te curas” “pues tómate la vida más tranquila” …
Como ahora no nos vamos a entretener explicando por qué todo eso que dicen son paparruchas, envío una cariñosa pedorreta a los que se queden anclados en esos pensamientos. Y sólo un comentario: A mí no me tensiona la vida. El Dolor profundo, cruel, constante e inhumano que soporta mi cuerpo, hace que se tensione cada segundo. Que los músculos se tensionen, que el sistema nervioso sufra…).
Pues nada, llega el 24N y vamos al hospital a la primera infiltración en el rostro.
Cuando me veo delante de la Doctora Cirujana y empiezo a escuchar “uyuyuy cómo vienes, te vamos a poner la dosis máxima, le digo: Doctora, Traigo una resonancia….. “Uyuyuy no hace falta”.
¿Hola? Que no tenemos 5 minutos para ver una prueba antes de ponerte a atravesar mi cara con una aguja y meter en mi cuerpo una TOXINA?
Pues no. No los tuvimos.
“Días de Post infiltraciones” para otro capítulo aparte, Un mes después, el 21D, cuando me llamó la Cirujana Maxilofacial para preguntarme y le conté cómo estaba, me aseguró que mirarían mi historial, se reunirían y me llamarían.
Un mes después de un mes después, llegó una carta con mi fecha de revisión: 6 meses a partir de ese día.
Llamé al Hospital. Al Servicio de Cirugía Maxilofacial.
Le dije a la señora que me atendió por: Señora, le digo lo mismo que le dije a la doctora el 21D: Ayúdenme por piedad. No puedo esperar con este dolor sin alternativas y la medicación no me está funcionando. Así no puedo esperar 6 meses. La Doctora me dijo que iban a reunirse a ver mi caso.
Unos días después, me llamó alguna Enfermera de la Consulta: “Que me han dicho los médicos que le diga que no pueden hacer nada y que ya la verán en revisión “.
Ok, a llorar un ratito, a sentir ese vértigo de que estás volando sin alas y no tienes a qué agarrarte, en un cielo inmenso, pero sola y sin alas….
Mientras se hace la digestión de un nuevo intento de otro tratamiento que ha fallado, del terror de pensar que ese dolor no para, se dispara, no se calma y no se puede quedar, no se puede quedar también…, mientras se pasa ese duelo de un nuevo diagnóstico, un nuevo quirófano, un nuevo intento con error….., soy capaz de reaccionar y escribo a MI Unidad del Dolor, y les explico que necesito adelantar mi cita de revisión.
Las puertas del cielo se abren y dejan paso a los ángeles que hay en mi Unidad del Dolor. Me dicen que sí.
Y allí estoy otra vez, delante de MI Doctora, diciéndole: Vengo para que me induzcas a un coma o cualquier otra cosa que me quite este dolor…
A esta doctora la admiro y la quiero, y por eso intento no llorar, explicarlo todo bien, no entretenerla mucho…. Cuando la energía entre médico y paciente es buena, es bueno para todos…
Mi frase: Doctora, este dolor me tiene un poco al límite. Necesito un descanso.
Ella me cree, me ausculta, me pregunta y me escucha lo que le explico….
“Vamos a quirófano mañana”.
Bloqueos de nervios periféricos, puntos gatillo, mucha anestesia, y reservas de antinflamatorio y anestesia en muchos muchos muchos muchos muchos muchos lugares de mi cara y mi cabeza.
Mañana vamos a quirófano. Me gustaría mucho que funcionase lo que me van a inyectar…Cuanto me gustaría que acabase aquí mi desamor con el bótox.
Gracias a MI Dra. Elisa y su equipazo de Dental Project
Gracias a Samuel y a Julia, MIS fisioterapeutas de Rehabilitarte
Gracias a MI Dra. María Madariaga y su equipazo de la Unidad del Dolor.
Gracias al Dr. Olmedo, Mi Médico de Cabecera
Gracias al Dr. Carlos Goicoechea que me explicó una vez, por qué existe la diferencia entre decir; un médico, un dentista, un fisio, una unidad del dolor…., y decir MI médico, MI dentista, MI fisio, MI unidad del dolor. El “MI” se consigue cuando te tratan como a una paciente y persona de primera categoría.
Gracias a MIS HERMANAS.