El último balance que se me ha pasado por la cabeza ha sido pensar que el grado de dolor que siento era una compensación por el grado de amor recibido a lo largo de la vida.
Estás fatal es lo que seguramente te haya venido a la cabeza.
Algunas veces podemos explicar, verbalizar, contar , parte de lo que se nos pasa por dentro cuando tenemos que entender la vida con una circunstancia tan enorme como es vivir con dolor.
Así que supongo que otras veces, nos intentamos contar; a una misma, para entender también, el por qué de nuestra situación, de tanto síntoma, de tanto estado de alerta, de tanta frustración, de tanta consulta médica, de tantos tratamientos, de tanta medicación que no funcionó, de tantos esfuerzos, de tantas renuncias……..
En esto de preguntar el por qué, hay muchas explicaciones, casi siempre científicas y también populares.
Entender un poco las explicaciones científicas libera desde el punto de verlo sabiendo su nombre, su comportamiento, sus formas de actuar, Sabiendo eso de una enfermedad crónica, hay mucho avanzado en sentirse más libre.
Las explicaciones populares también valen. Hay tantas como pueblos en el mundo. Porque la sabiduría popular siempre ha puesto el foco en que las prisas no son buenas, sin salud no somos nadie, y otras verdades como templos.
Pero es que llega un momento, después de pasar muchas temporadas diferentes y de distintos colores, hay un momento en que no entiendes cosas que no habías pensado nunca. Como: ¿ de verdad es obligatorio vivir con este dolor todos los días? o pensar, ¿en serio no me puedo divorciar de este cuerpo?
Defender la vida por la vida, sí. por supuesto. Pero quien se plantea algunas preguntas no tiene tan claro que el sentido de vivir con dolor permanente, sea, simplemente, eso: que no tiene ningún sentido.
Este otoño voy a contarles a un grupo de doctores y doctoras, algo que me parece muy importante que compartamos; voy a hablar de los derechos de los pacientes.
llevo todo el verano estudiando como si fuese a pasar la Selectividad y necesitase nota para entrar en Telecomunicaciones.
Y entre otras cosas, he estado estudiando la L.O.R.E., que es la ley de prestación de la ayuda a morir. y he estudiado también la Ley de Instrucciones Previas.
Y me ha hecho pensar en hasta cuándo podemos soportar con dignidad una vida si la enfermedad se complica mucho, o el hecho de ocuparnos para que no se nos alargue la vida si no vamos a poder vivirla como cada persona quiere cuando haya una situación sin remedio para la salud.
Creo que es bueno saber que la realidad es a veces tan dura que prefieres pensar en la salida que te quite el dolor. y sólo quieres eso. Pensar en la salida es una forma de tener en la cabeza el pensamiento de libertad de poder decidir otras cosas que quizás no te habías planteado.
Resumiendo: Hay un momento en el que no sabes si es falta de fuerzas, o falta de ganas… porque el encéfalo te pide desconexión absoluta,
el cuerpo es una mezcla de adorable por su resistencia, y odioso por su existencia,
y las ganas se fabrican con recortes de papel brillante o de qué otro material podrían ser.
pero hay ratos en los que no tienes, ninguna. Cero Ganas. Y Cero Fuerzas.
Y sólo deseas que te depositen suavemente en cualquier punto limpio de la Comunidad de Madrid.
Y ahora, prepárate hermana, porque igual nos cierran la web. Parece que no está bien visto no ser altamente positiva todoelrato.