Hace unos meses, asistí de oyente a una sesión de pacientes con dolor crónico, moderado por un psicólogo.
Eran unas 15 personas de edades entre los 40 y 60. Algunxs de ellxs llevaban poco tiempo con dolor crónico y otrxs muchos años.
En algo coincidían y era que estaban en esa fase de rabia, desconsuelo, ánimo bajito, o necesidad de queja. (Fases lógicas en muchos procesos de dolor crónico)
En un momento determinado, la conversación se centró en familiares y amistades de lxs pacientes. Y el 99% coincidían en que ya no tenían amigos o amigas, su familia les demostraba incredulidad, no tenían vida social…
Y entonces, el psicólogo que guiaba la sesión, suelta la siguiente frase:
“ Lo más normal es que las personas con enfermedades crónicas no tengan amigos”
Al mismo tiempo que mis oídos sangraban por lo que acababa de escuchar, el brazo se me levantó como un resorte, y no me pude contener a responder, sin turno de palabra ni nada:
“Perdóneme, Señor. Está Usted equivocado en eso que acaba de decir.
Las personas con enfermedades crónicas, las personas con dolor crónico, SÍ pueden tener amigas y amigos..
Sí pueden conservar amigos de antes de su enfermedad; De la universidad, del colegio, del pueblo, del trabajo que tuvieron que dejar… Eso que Usted ha dicho, NO es verdad.
Y no sólo las personas con enfermedades crónicas, personas con dolor crónico SÍ pueden conservar a sus amigos y amigas, es que, además, pueden hacer nuevas amistades. Que han surgido a raíz de pasar por lo mismo, o parecido.
Amistades que pueden empatizar al 200% con otra persona con dolor porque también lo viven. Que se convierten en Amigos y Amigas, en su amplio sentido de la palabra, con la misma autenticidad que los que tenías antes. Que pueden convivir amigos de siempre con amigos y amigas que encontraste en el dolor.
Y no lo digo yo.
Lo dicen miles de personas, les podría presentar a cientos….., que siguen conservando las amistades y las cuidan como mejor pueden, y que han hecho amistades nuevas a partir de su enfermedad, que además les pueden aportan un plus de comprensión y camaradería.…
(quizás estés de acuerdo conmigo, diciendo que sí que sí con la cabeza; muchas personas que pasaron por el Curso de Paciente Experto de la URJC , apuesto que también están asintiendo, yo hablaba con conocimiento de causa)
….Y no sólo hablo de relaciones de amistad con otrxs pacientes. Hablo también de la amistad verdadera que puede surgir entre tú y tu fisio, tú y tu especialista, tú y tus profesores……
Que Usted les diga que por tener una enfermedad crónica deben aceptar que se van a quedar sin AMISTAD, es una mentira podrida..”
La sala se quedó silenciosa.
Yo me quedé muy a gusto con decirlo y preocupada porque un psicólogo en un grupo así dijese esa barbaridad.
Aunque quizás después de decirle esto (recuerdo que la cara me ardía de calor cuando terminé de hablar) , le haya quedado tan claro que no lo vuelva a repetir jamás, y ojalá las personas que estaban allí, hayan decidido que lo que dijo ese Señor, no les tenía que pasar a ellxs.
No volví más.
Puede ser que la vida de una persona con dolor crónico no alcance para tener muchas cosas, entre ellas, estar pendientes o estar más ausentes de las personas que queremos, dependiendo de mil factores que siempre hay en una vida con dolor crónico, pero eso no significa que no podamos tener amigas y amigos del alma, que estarán para querernos, ni mucho menos significa que vaya con el cargo de paciente crónico perder algo tan necesario y valioso.